Cualquier condición de parálisis constituye una situación médica compleja, debido a que están en juego factores como la propia vida del paciente y su discapacidad física.
Cada caso es diferente, las parálisis, sus tipos, grados y características determinan las decisiones que toman los equipos médicos, cuyo objetivo es conseguir un mayor bienestar para el paciente.
Las parálisis, como la paraplejia o tetraplejia, son consecuencias de daños en la espina dorsal, bien sea por traumatismos o por enfermedades, y como tal deben ser tratadas. La mayoría de las personas con paraplejía son usuarias de sillas de ruedas ligeras.
En este post vamos a hablar de la paraplejia, su definición, tipos y tratamientos.
¿Qué es la paraplejia?
Para saber qué es la paraplejia hay que saber dónde está la lesión medular, cuando el daño se encuentra en la vértebra dorsal o en zonas inferiores, entonces la parálisis es una paraplejia. La característica más importante de una paraplejia es que afecta solamente a los miembros inferiores, es decir, piernas y pies.
La paraplejia espástica es aquella en la que los músculos de los miembros afectados permanecen en constante contracción, lo cual es un problema para realizar movimientos coordinados y funcionales
Hay diferentes grados de parálisis en una paraplejia, esto va a depender de la extensión del daño en la vértebra.
Grados de paraplejia
Como ya se indicó, el grado de la paraplejia va a depender del daño sufrido en la vértebra.
- Parálisis total y sin sensibilidad. La persona no puede hacer el más mínimo movimiento y no tiene sensación cutánea. En estos casos se presentan problemas como: control de esfínteres, disfuncionalidad intestinal, impotencia, etcétera.
- Algunos movimientos y alguna sensibilidad. Algunos pacientes pueden mover los miembros, pero sin mucha fuerza, además tienen sensibilidad total o en algunas partes de la zona paralizada.
- Capacidad limitada para caminar. En algunos casos el paciente puede caminar con ayuda de elementos ortopédicos, andadores, muletas o bastones.
- Capacidad de caminar. En algunas ocasiones, el paciente logra la fuerza y equilibrio suficiente para caminar sin elemento externos, aunque con movimientos limitados y dificultades.
Completa o parcial
Vamos a revisar la paraplejia, sus tipos y las características de cada uno.
Se llama paraplejia completa a la de grado más alto, es decir, la más grave. En estos casos el paciente no tiene ningún movimiento en sus miembros inferiores e incluso en una parte del torso. Además de la ausencia de movimiento y total falta de control, los pacientes con paraplejia no tienen sensibilidad en la zona paralizada, es decir, no sienten pinchazos, roces, apretones ni golpes.
Paraplejia parcial es aquella en la que el paciente conserva alguna capacidad, aunque sea limitada. Puede presentar disfunción intestinal y sexual, debilidad en los miembros inferiores, pero con movilidad y sensibilidad. Las lesiones parciales permiten algún grado de independencia y mejoría por medio de fisioterapia y ortopedia.
Es importante que el paciente tenga una información completa de la paraplejia, su significado y los posibles tratamientos, para que pueda tomar decisiones en cuanto a su salud.
Reversible o irreversible
La condición de reversible o irreversible respecto a un caso de paraplejia viene dada por la extensión del daño. Si la médula espinal ha sufrido un daño que interrumpió la conexión neuronal, entonces la parálisis es irreversible.
Causas y factores de riesgo
Hay dos causas principales para la paraplejia: los traumatismos y enfermedades. Entre las enfermedades que pueden ocasionar paraplejia está la espina bífida, la esclerosis múltiple, mielitis transversa, tumores y otras.
Los traumatismos que producen una paraplejia suelen ser severos, ya que para golpes leves y moderados por lo general las vértebras ofrecen protección suficiente.
Los factores de riesgo habituales son los accidentes de tráfico, practicar deportes extremos o realizar actividades peligrosas sin protección.
Tratamiento de la paraplejia
Dependiendo de la extensión del daño, la paraplejia puede causar problemas en los órganos internos del bajo abdomen. Esto se debe a que las funciones de estos órganos, aunque son controladas por el cerebro, lo hacen a través de impulsos que llegan a través de la médula espinal. Debido a esto, la función intestinal, el control de la micción y la potencia sexual en los varones se ve afectada habitualmente en casos de paraplejia.
Para la función intestinal, en muchos casos los pacientes deben recibir tratamiento para estimular los intestinos, esto puede ser supositorios, masajes, lavados y otras terapias. Además, es posible que sea necesario un sistema para recoger los desechos, por ejemplo, pañales.
Para el control urinario se pueden usar sondas o pañales, en función de cada caso. También hay que prestar especial atención a las infecciones urinarias que son frecuentes en estos casos.
En el caso de la salud sexual y reproductiva, hay una gran diferencia entre hombres y mujeres. Es frecuente que los hombres experimenten impotencia e infertilidad, sin embargo, las mujeres conservan la fertilidad.
Terapias y cuidados médicos
Las terapias y cuidados médicos las decidirá el equipo de profesionales de la salud, de acuerdo a cada caso de paraplejia, el tipo, grado de la lesión y condición del paciente.
Por lo general, al paciente se le hacen evaluaciones para determinar cómo puede alcanzar la autonomía física. Es muy importante que el paciente sepa qué es la paraplejia y esté informado de su condición particular.
Ortopedia
El médico ortopedista es el encargado de evaluar al paciente con miras a un elemento de ortopedia que le ayude a mantener la postura o a caminar. En los casos de paraplejia espástica es de gran ayuda.
Esta especialidad es muy importante para elevar el nivel de vida del paciente y es una herramienta determinante para lograr la autonomía de un paciente parapléjico.
Fisioterapia
El fisioterapeuta es el profesional de la salud que, mediante masajes, ejercicios, terapias de láser, electricidad y muchas otras, busca recuperar o mejorar la función muscular.
Es muy importante para un paciente parapléjico recuperar o mantener el tono muscular, aún si no hay movimiento, de esta manera se evita la atrofia de los músculos y todos los problemas que esto conlleva.
Recuperación de autonomía
La autonomía física se refiere a la capacidad que tiene la persona a asistirse a sí misma. Mientras más actividades de autocuidado pueda realizar el paciente, más autónomo será. Por ejemplo: alimentarse, levantarse y acostarse de la cama, asearse, etcétera.
Lo ideal es que el paciente tenga la capacidad de trabajar, trasladarse y vivir solo, ya que esto le permite sentirse útil y tiene una gran influencia en la autoestima y el bienestar del paciente.